El uso de la tecnología de impresión 3D para ahorrar recursos naturales en la producción tendrá indudables beneficios. No obstante, otra forma de reducir nuestra demanda de recursos naturales es alargar la vida útil de los productos.
La amplia disponibilidad de la impresión 3D a nivel local cambiará esta situación, ya que permitirá almacenar digitalmente y fabricar bajo demanda piezas de repuesto para la mayoría de los productos. Algunas empresas ya están considerando seriamente crear inventarios imprimibles en 3D de componentes de repuesto. Además, en sitios web de intercambio de objetos como Thingiverse, ya existen piezas de repuesto descargables gratuitamente para una amplia gama de productos, desde sistemas de calefacción domésticos hasta cámaras y máquinas de café. Incluso cuando no se pueda encontrar una pieza de repuesto en línea, personas emprendedoras (o futuros servicios de reparación) podrán diseñar un nuevo componente desde cero o escanear un objeto dañado, repararlo digitalmente utilizando software de diseño CAD e imprimir un reemplazo.
Aunque la capacidad de fabricar piezas de repuesto mediante impresión 3D es valiosa, no será suficiente para reparar muchos objetos, ya que se necesitará personal calificado (o robots) para abrir las posesiones dañadas e instalar las piezas de repuesto impresas en 3D.
